Trabajar a mano



Es una lastima remplazar las manos por maquinas. Por supuesto agilizan la producción y hacen los productos más baratos, pero también, nos roban un placer inigualable. Vuelve la mente plana, por quitarnos perspectivas que sólo vemos, interactuando manos, cuerpo y alma. Nos distancia de la realidad del ser.
Trabajar con las manos y la tradición; uno de los placeres de la vida. No te lo pierdas.